Pensamiento interior

¿Evaluamos lo que nos decimos?

¿Qué pensamientos tenemos con mayor frecuencia?

¿Nos hablamos de manera positiva o realmente lo hacemos de manera negativa?

Nuestro pensamiento es poderoso y la manera de pensar y sentir establecerá nuestros patrones de conducta, nuestra efectividad en la comunicación, en las relaciones y en nuestro éxito personal.

Existen muchos estudios en los que se ha demostrado el poder del pensamiento y de la palabra hablada, está puede alentar o puede destruir, puede animar o entristecer, por tanto es necesario cuidar de ellos y vigilar lo que se dice ya que esto incide en nuestra vida cotidiana en lo que hacemos y producimos.

En la época moderna la Programación Neurolingüística PNL, nos indica la importancia de establecer diálogos positivos, de reprogramarnos a través de la palabra, de anclar nuestros cambios, restableciendo la comunicación interior de manera asertiva.

Es importante analizar nuestros diálogos internos, qué nos decimos, cómo lo decimos y qué  efecto tiene este diálogo en nuestra vida cotidiana, así como también qué se proyecta al exterior a través de las palabras que salen del corazón.

De niños tuvimos muchas programaciones, las cuales creíamos por imitación o aprendizaje, por ejemplo: si te portas mal, nadie te va a querer, el dinero es sucio, la vida es dura, debes tener cuidado con los desconocidos, esto se congeló en nuestro inconsciente y se establecieron los paradigmas que actualmente manejamos como adultos y que afectan de manera tajante nuestras relaciones personales y nuestra prosperidad económica, por tanto es necesario re-programar haciendo cambios a nivel de lenguaje para establecer nuevos paradigmas, cambiando nuestro pensamiento, cambiará nuestra realidad.

“Lo que pensamos nos da un nivel, lo que pensamos y decimos establece otro nivel y finamente lo que pensamos, decimos y hacemos establece otro mucho mayor”

La palabra es lo que nos hace seres pensantes, lo que nos decimos de manera interna, repercutirá en el exterior, sobre todo en nuestras inseguridades y miedos, por tanto debemos hacer un análisis de qué piensas y cómo influye en tu vida, te invito a escribir tu pensamiento, cuando sientas algún temor, escribe qué sientes y desmenuza ese pensamiento, si sientes algún dolor, descríbelo y vívelo.

Mediante la escritura terapéutica , te darás cuenta que al principio escribirás cosas sin sentido, pero luego se organizará el pensamiento y las emociones, esto ayudará a identificarlos paradigmas para poder atacar pensamientos negativos y cambiarlos de manera positiva, la solución a algún problema también puede aparecer cuando escribes, dale rienda suelta a la imaginación y te darás cuenta de tu riqueza interior.

Si no te gusta escribir, puedes usar el arte como base de expresión, dibujar, pintar o manualidades y cuando realices tu obra, evalúa tus pensamientos, cómo fluyen, cuáles son más recurrentes, a cuáles te resistes.

Tendremos una vida más enfocada, si contamos con pensamientos positivos que nos ayuden a conseguir nuestras metas.

¿Evalúa cuáles son los pensamientos predominantes en tu día a día?

Publicado por Mariene Piñero

Docente especialista en psicología educativa con 25 años de experiencia en atención a niños y adolescentes. Terapia familiar y orientación escolar.

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